La vida se compone en distintas etapas. Primero, eres un bebé, que no sabe nada sobre lo que es la vida, al que se le prepara con ayuda para que vaya incorporando cosas en su aprendizaje. Luego a medida que el tiempo recorre nuestras vida nos convertimos en niños ilusos que con tan solo una piruleta son felices, personas a las que solo le importa jugar y divertirse, aquellos niños que nos gustaría volver a ser cuando pasamos esta próxima estapa, la adolescencia. En la adolescencia vamos reaccionando antes el mundo, comentiendo fallos de los que normalmente solemos aprender, miramos a otras personas de manera diferente, empezamos a creer en sentimientos y sensaciones que anteriormente no habíamos sentido, vivimos una etapa en la que hay que aprovechar al máximo cada buena oportunidad si esta es la opción correcta y si así no es y la elegimos, aprender depués de caer en el error y continuar hacia adelante; es una etapa para sonreír a cada instante como durante toda la vida, para pasarlo bien, para enamorarse, pero sobre todo para ir formando y creando nuestra vida, nuestro futuro. Cuando este futuro llega nos encontramos en la edad adulta donde nuestra vida se compone en el camino que en la anterior estapa hemos ido formando y en las decisiones que actualmente tomamos, es esa estapa donde ves el mundo diferente, difícil o quizás agradable, pero haí, aveces deseas ser otra vez ese niño que no se preocupaba por nada, esa persona sin resposanbilidades que ahora ya no eres. Depués llega la vejez, ese tiempo en el que envejecemos, menguamos, nos salen arrugas, en el que no podemos hacer las mismas cosas que antes pero pese a todo seguimos adelante hasta que la muerte llama a nuestra puerta.
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