La vida hoy, me sonríe.

Sí, una vez más, una vez más conseguí dar un pequeño paso que significa mucho para mí. Me han ayudado y lo he conseguido, era una parte de mi sueño, y se va a cumplir, esa parte se va a hacer realidad, proximamente veré lo que mis ojos soñaron ver, una vez más sonrío y lloro, lloro de alegría, sí, con pequeños pasos se que lo puedo conseguir. No os rindáis en el trayecto de conseguir aquello que más quereís, no dejéis atrás ese sueño con el que tanto soñais, luchar hasta el final y aprender de esa lucha. Persigue tus sueños.

Elegía A Ramón Sijé de MIGUEL HERNÁNDEZ.

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y sientro más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

To fight for the liberty of dreams.

Etapas de la vida.

La vida se compone en distintas etapas. Primero, eres un bebé, que no sabe nada sobre lo que es la vida, al que se le prepara con ayuda para que vaya incorporando cosas en su aprendizaje. Luego a medida que el tiempo recorre nuestras vida nos convertimos en niños ilusos que con tan solo una piruleta son felices, personas a las que solo le importa jugar y divertirse, aquellos niños que nos gustaría volver a ser cuando pasamos esta próxima estapa, la adolescencia. En la adolescencia vamos reaccionando antes el mundo, comentiendo fallos de los que normalmente solemos aprender, miramos a otras personas de manera diferente, empezamos a creer en sentimientos y sensaciones que anteriormente no habíamos sentido, vivimos una etapa en la que hay que aprovechar al máximo cada buena oportunidad si esta es la opción correcta y si así no es y la elegimos, aprender depués de caer en el error y continuar hacia adelante; es una etapa para sonreír a cada instante como durante toda la vida, para pasarlo bien, para enamorarse, pero sobre todo para ir formando y creando nuestra vida, nuestro futuro. Cuando este futuro llega nos encontramos en la edad adulta donde nuestra vida se compone en el camino que en la anterior estapa hemos ido formando y en las decisiones que actualmente tomamos, es esa estapa donde ves el mundo diferente, difícil o quizás agradable, pero haí, aveces deseas ser otra vez ese niño que no se preocupaba por nada, esa persona sin resposanbilidades que ahora ya no eres. Depués llega la vejez, ese tiempo en el que envejecemos, menguamos, nos salen arrugas, en el que no podemos hacer las mismas cosas que antes pero pese a todo seguimos adelante hasta que la muerte llama a nuestra puerta.

No calles la verdad.

Un día te sorprendes de una manera inesperada. No sabes como ha pasado esto, como has pasado a la nada. Vas por la calle tranquilo, de repente parece que el tiempo se detiene. Llegas a casa, tu cuerpo con rasguños, tu piel marcada. Quizás no le des importancia, quizás lo dejes pasar. Esto te ha ocurrido, el tiempo no retrocederá, pero sí, una cosa, no debes de callar. Las heridas son pequeñas, pero poco a poco la causa de eso, en tu ser, como miedo se filtrará. No te aguantes, dilo ya, no esperes a que el tiempo pase y no lo recuerdes como tal, dí lo que ocurrió, no te debes de aferrar.

La comunicación.

Para entender y aprender hay que comunicarse. Si la comunicación no existe, no hay comprensión, por lo tanto no hay aprendizaje. Si no te expresas con nadie los sentimientos no se crean. Todo ser ha nacido para la relación humana, si alguien de nuestra especie no interactua oralmente con otro ser humano, no aprende, por que para ello te tienen que transmitir sensaciones y dar a pensar en el diálogo, y al no existir este, la persona se convertiría como una roca, ni sentiría, ni padecería, se calificaría como un ser sin sentimientos. Por ello hay que expresar el cariño que sentimos hacia una persona, para que esta por dentro valla creciendo.

Hay experiencias en la vida que merece la pena vivirlas.

Más allá de mis pensamientos.

Paseando con la nostalgia dentro de mi ser descubría un paraiso en el que habito. Más allá de mis pensamientos existe un camino, el camino de mis sueños. Reflexionando comprendí que no hay cosa más bella, la de en este mundo existir. Recorro el largo camino de la vida por la orilla de este instenso mar, camino despacito para así de ella poder disfrutar aún más. Me encuentro en su comienzo, no se cuando me marcharé, pero sé, que mis sueños perseguiré.

Un verso perfecto.

  Busco entre tantas palabras un verso perfecto que muestre todo lo que esta mano escribe en las poesías dejando atrás toda experiencia perdida, quiero decirte lo que no sepas, combatir cada derrota, escribir esta carta mientras el viento sopla, ver como la lluvia cae, gota a gota, quiero decirte, hace tiempo me perdí en la nada y en la nada encontré tu mirada, extender mi mano, encontrar la tuya, agarrados pasear con la dulzura tan dulce y pura, cerrar lo ojos, encontrarte a mi lado teniendo ese verso tan buscado, encontrar las palabras que explican tanto, tanto es ese llanto gritado al encontrar en mi manto tu presencia, sentir cada momento mirando nuestra guerra, guerra de corazones, dos corazones combatiendo por una sola estrella.

Mi corazón palpita con tu recuerdo.

Tu sonrisa está presente en cada momento. El corazón palpita aceleradamente cuando la sangre recorre mi cuerpo de una manera tan rápida que puedo sentir como esta pasa. Siento tus brazos rodeando mi cuerpo, ¡te siento tan cerca! Tus manos apartando mi melena para poder ver mejor mi rostro, para ver esos ojos marrones que te gustaban tanto. Todavía oigo aquella palabra que apreciaba al escuchar. Princesa, sí, era tu princesa, la reina de la casa. Aquella fotografía los dos juntos, soñando, abrazados por la cintura, sujetando el peluche que tanto me recuerda a tu ser, al que doy un beso tan fuerte igual que el que en mis momentos más tristes y felices te daría a ti con la mayor fuerza del mundo, ese osito blanco, tan dulce. Los días pasan y pasan, cada vez me he ido acostumbrando más a no poder verte, solamente a sentirte. Miro las estrellas al anochecer, me fijo en la que más brilla de todas ellas y pienso que eres tú, que desde hay, desde ese lugar donde te encuentras alumbras mi camino dejando atrás, sobre cada paso, una estela originada por el dolor que percibí al perderte, por ese dolor que me hizo ser más fuerte. Te has ido de nuestro lado, pero recuerda, no de nuestro corazón.

Recuerdos amargos.

Recuerda el dolor de los látigos mientras mira las heridas marcadas en su piel. Su mente se limita en un solo pensamiento, el dolor. Acurrucada en aquella parte oscura de la habitación junto al miedo. Aferrada en su ser se encuentra esa mujer, esa persona que era anteriormente y ahora no quiere salir, no tiene libertad para expresarse y decir claramente la realidad, la verdad dolorosa que está viviendo.

Celebrando una victoria volvió el dolor ante tanta alegría. Aquellos días e los que la ignorancia de no aceptar lo que realmente te pasaba, volvieron, afectando en tu interior. La forma inadecuada de expresar sus sentimientos no con palabras, ni obligaciones sino de esa forma que prefieres no recordar, esa forma tan suya de evadirse de la realidad con cuatro brutalidades alteradas, esa forma que no cambia, esa forma que no te agrada de él.

La vida me sorprende.

La vida me impresiona,

con sus emociones, sus sentimientos y sus dolores, con todo lo que se puede llegar a sentir ya que este es un mundo sin fin. Cuando miro la persona insegura que era antes y miro como es mi ser ahora, mis labios dibujan una sonrisa. Cada vez que recuerdo los temores que tenía, como los superé, cada paso que dí, cada paso que doy, cuando miro esta vida, ella me sorprendre.

Sí, soy feliz, ¿se puede pedir algo más?

Con una sonrisa, con una sonrisa hoy podría cambiar el mundo. Me siento feliz, estoy junto a la felicidad. Este sentimiento invade mi corazón sin saber la causa. Hoy no habrá pena que borre mis esperanzas, ni palabras que hablen por mi, hoy tan solo me dejaré guiar por este sentimiento tan satisfactorio haciendo que las sonrisas que en mi rostro se reflejen lo digan todo.

Look the east, my affection is behind the sun.

I´d like to be the sea. I´d like to be the fhish to i can swimming near the your body. I´d like to can made an enigm to tangle your hair and attentively look your smile and your eyes brown, near, very near. You´re the best example for this beautifull world.

Tus miradas guardan algo más.

Hoy tus miradas guardan algo más. El dolor se ha aproximado hacia ti. Tienes miedo al futuro. Aceptas todo lo perdido. Por tus mejillas una vez más cae una lágrima, cargada de rabia, odio, pero sobre todo, de amor. Cargada va, cargada de un pésimo adiós. Vistes lo que no querías ver. Ahora te parece que tu camino se torció. Piensas que tu destino es diferente. Pero no sabes, no sabes, que te equivocas al pensar. Todo esto es el destino que debes cruzar. Para transmitir una sonrisa nada más mirar, el destino que ves torcido, recto en tu pensar se pondrá. Tenía que pasar, para hacerte más fuerte y al unisono luchar.

Esperanzas del futuro.

A veces es mejor esperar al tiempo, que este pase y en el camino te deje esperanzas del futuro aunque en ese instante no le veas tan convencedor. Que pasen los minutos, los días, las horas y los meses, los meses en los que el proceso se llevará a cabo, el proceso de tu felicidad instantánea con tan solo recordar esa espera y lo que con ella llegaste a conseguir. A veces, merece la pena esperar por aquello que tanto quieres.

El corazón llora cuando el alma lo pide.

Mi alma desolada habita un paraíso en el que tan solo por un momento habité. Se detiene a mirar el pasado. En aquella roca, frente al mar. Dentro de aquella isla, la isla de los sueños. Mientras el levante me acaricia, imagino mil historias. Las olas rompen contra los acantilados. El vaivén del agua me adormece. Mi alma desolada siente dolor. El corazón llora mientras piensa en un adiós. 

Poder trepar hasta tu sonrisa.

Enciérrame entre tus rejas del corazón, para que pueda trepar hasta tu sonrisa. Recorrer cada centímetro de tu piel con la mirada. Hacer una parada en tu corazón. Adentrarme en él. Sentir todo lo que tu sientes, pero al revés. Mirarte despacito a los ojos. Bajar la mirada y verte sonreír. Simplemente es lo que más me agrada, ver cómo me miras; como me miras y sacas tu curva más bonita hacia mí.