La oscuridad de la noche.

La oscuridad de la noche hoy me absorbe. Camino por la acera. Mis ojos captan el movimiento de un cartel próximo que el aire balancea. Las hojas agitadas por el viento parecen que se deslizan y van a caer. Mi ser ser se estremece. Me hago aún más pequeña. Puedo sentir el miedo aforando mi piel. Sigo caminado estremecida. Palpo las llaves en el interior de mi bolsillo. Me siento más tranquila cuando miro y veo que mi casa está ahí.

Ilusiones.

Las ilusiones van y vienen llenando el camino. Las tristezas se aproximan y las alegrías hacen que estas se olviden. El viento aleja los malos momentos extrayendolos de nuestro interior. Entonces es cuando llega esa época. Las sorpresas vuelven a renacer y las sonrisas vuelven a iluminar tu rostro.

La ignorancia del dolor nos hace aveces ser más débiles.

Una gran sonrisa.

Cada mañana levantarse con una gran sonrisa que pueda vencer a todos los miedos tiene su mérito. Incorporarse tras ese sueño que tuviste en el que lo que deseabas se hacia realidad tras luchar por ello. Sentir el frescor del frío suelo mientras tus labios pronuncian "hoy va a ser un gran día". Las metas evocadas por tu mente llegan al pensamiento y con esa sonrisa das el primer paso del día caminando hacia unos minutos diferentes en los que tomarás decisiones de gran valor.

Alrededor.

Miras la vida pasar creyendo en esa ilusión que un día te hizo feliz mientras cientos de pájaros revolotean a tu alrededor. Las nubes, ya rosadas, pintan el cielo azul. La vida verde del suelo sostiene tu cuerpo. Tus pensamientos se alejan y tú, hay, admirando esa parte de la naturaleza que en este instante te rodea.

Recuerdos de invierno.

Arropada bajo la nieve cavilo mil hechos de un despedida que no llegó, la despedida de tu ida hacia ese lugar transparente. Camino imaginando cada  posibilidad que pasa por mi mente, un incauto adiós, una bella sonrisa colmada de amor, palabras  manifestando todo lo que sentía mi corazón. El pensamiento se detiene. En mi mente se refleja tu imagen, mi mirada desciende y tras esa bufanda que lleva tu olor, sonrío.

No es decir te quiero, sino, sentirlo.

Un nuevo mes.

Empieza un nuevo mes, el último del año. Se aproxima el 2012, tan solo quedan 31 días, unos días en los que la vida te puede cambiar por completo. Cada 24 horas tachas en el calendario de tu vida los momentos pasados mientras crees en esa ilusión que llevas consigo, la ilusión de un mejor año en el que puedes cumplir tus próximas metas a la vez que las sorpresass que el mundo te regala llevan las marcas  en el camino de la felicidad, aún más felicidad que la vivida en estos últimos 330 días, por la que seguistes luchando hasta conseguir tus cumplidos sueños.